Hoy deseé ser hombre

Hoy deseé ser hombre y no habló del sentido biológico.

Más bien en el sentido espiritual: quise ser hombre y actuar como caballero cuando vi llorar a mi mejor amiga por un patán.

Quise ser hombre, cuando a mi tía un patán la dejó.

Quise ser hombre, para apoyar a Teresa que quedó embarazada y un patán se alejó.

Quise ser hombre, cuando vi cómo humillaban a mi gran amiga.

Quise ser hombre, para brindarle a Sam ese cariño que tanto le niega su güey y limpiar sus lágrimas.

Quise ser hombre, para tomar la iniciativa de invitar a cenar a mi amiga e ir por ella al trabajo y apoyarla con su miedo de andar sola por la calle.

Quise ser hombre cuando mi papá se alejó de mi madre.

Quise ser hombre para defender a mi vecina.

Quise ser hombre cuando vi sufrir a alguien especial.

Quise ser cuando a Dulce le mintieron aún mirándola a la cara.

Quise ser hombre para brindarles a cada una de ellas el cariño que tanto se merecen, que tanto anhelan, que tanto imaginan, evitar sus lágrimas, evitar que fueran a dormir con el corazón roto, por culpa de un patán que jugó con ellas.

Y tal vez no sea un hombre, pero soy su amiga, y puedo apoyarlas, cuidarlas, y secar sus lágrimas, brindar por sus logros y escuchar sus desahogos.