Una nueva oportunidad para arruinar

Llega ese momento del año tan esperado por revistas del corazón, astrólogos y charlatanes. Esa ocasión para usar ropa interior de colores específicos, correr a media noche con maletas, arriesgar tu vida tratando de comer uvas con rapidez o simplemente hacer una lista de 12 propósitos que jamás vas a cumplir. Esa celebración que no implica más que una cena y probablemente varios tragos. Ese día que no tendrá significado alguno cuando despiertes (crudo) y tengas que ir a comprar una bebida energética para recobrar un poco el sentido de la vida. Nada cambia.

Y es que los seres humanos les tenemos una fe especial a esos nuevos ciclos que no dependen en lo absoluto de nosotros. Creemos que una fuerza especial nos hará lograr, por el simple hecho de que el calendario es nuevo, lo que no logramos en los 12 meses –¿o años?– anteriores y que resolverá por medio de energías novedosas todos los problemas que venimos arrastrando desde nuestro primer corazón roto.

Sin embargo, hay una esperanza, una nueva agenda que promete más organización, una membresía que promete esos kilos menos deseados y una cita con el psicólogo que ofrece la posible salvación. ¿Se puede cambiar? Sí. ¿Es el 2021 una oportunidad para (ahora sí) ser feliz? También. Solo hay que intentarlo y escoger el color correcto de calzones.

Si no funciona, no importa, en el 2022 tendremos una nueva oportunidad para arruinar.

Fotografía por Ludwig van Borkum