Se avecina otra capa densa de nubes que no dejan de llover
Me demoró, porque el devenir de mis madrugadas me dan alientos extraños a seguir. Continuo sin un rumbo exacto, con un par de cigarettes a la mano, mis poemas enclaustrados en esta alma rota y sublime que llevo adentro. No encuentro una salida precisa, el influjo de la luna menguante me llama a persistir latiendo en este remoto y tenue plano.  Aunque las horas pasan lentamente, sigo mirando matices diferentes a las posibles divinidades que surgen como terremotos ambulantes, inesperados, trayendo calma y certeza a mi mente. No seguiré naufragando en este mar de mentiras que el universo se percata en mostrarme, quizás podamos desnudar el terciopelo de tu dulce mirada con la agonía de la imaginación sobreviviente en nuestra magia. Tú no te cansas, yo no me rindo. Resistiendo para poder reexistir.

Fotografía por Lars Wastfelt