Habitus amoroso

Así soy, me manifiesto como gélido sudor,
el pronóstico del clima o de la lotería no importa,
que si soy libra y mi numero de la suerte es el 32,
y así soy,
me comporto en línea recta y en declive por el torso cálido,
casi en caída libre.
me rechinan las muelas y aunque estoy apretando la man – dí – bula.
malévolas preguntas me inundan la mente,
me invaden y no me dejan dormir.
Y si como el capital cultural, social, económico ¿existiese el capital amoroso?
diría que tiene pies y cabeza,
pero no tiene corazón,
si usted me preguntara,
¿de qué color es? ¿qué apariencia tiene?
Yo le diría, que transparente y se que claramente eso no es un color
pero defendería la idea de que es como el agua,
líquido, inestable,
no se queda en un solo lugar y si no, se pudre.
¿Usted me entiende no?
¡Qué razón tenía Bauman, aun en el 2003!
Somos incapaces de vincularnos, y si lo logramos; lo lanzamos al vacío.
Y así soy, ¿y que si los planetas se alinean a mi favor este 2019?
culpa y maldice al habitus moderno.

Fotografía por Denis Ryabov