(A yanely cuevas)
He sentido en ti el apoyo.
Mi soledad, tu nombre ha escuchado.
En tú cuerpo se han lapidado sus nombres.
He olvidado las batallas que nunca conquiste.
Apagó el lujo del detalle.
A las sombras has estado.
Y siempre me has querido.
Al borde de ti, mi vida flota.
Aunque mi vida es rota.
El alma brilla.
Has hecho de mi lo que no es para ti.
Me has perdido entre deseos.
Rotas las miradas de los otros.
Qué han abandonado.
Y tu has rescatado.
Mi soledad se hizo grande.
Y la has parado
En tus pupilas he llorado.
Hemos gritado juntos
Y nuestros cuerpos sanado
En tu voz habita otro ruido.
El silencio que nunca dura.
Que nunca tu compañía acabe.
Que nunca tu ausencia esté.
Qué el tiempo se detenga.
Para pedir al cielo girasoles ciegos y sordos.
Qué el deseo parte y olvida.
Nuca pares de brillar
Nunca pares de apoyar.
Me quedaría una vida entera viéndote reír
Fotografía por Steven Simon
Psicólogo de profesión y un perseguidor de sueños y anhelos que jamás llegarán.