Mis ojos vidriosos
fijos en la pantalla violenta.
Primero la hora
después su nombre
luego su estado.
Espero.
Me duelen los ojos.
No veo bien.
Mis ojos vidriosos
enrojecidos por la acumulación de horas abiertos.
Mis ojos vidriosos
porque hoy cayó ceniza
y me hizo mal.
Duró horas.
Sucedió en todo el país.
Nos sucedió a todos.
Mis ojos vidriosos
ignoran la pantalla violenta.
Casi media hora más tarde
después su nombre
luego su estado.
Mis ojos cada vez más vidriosos
mi pulgar, suspendido
incapaz de llamar su atención.
El teléfono no suena
ni vibra
la pantalla se pone negra.
No veo más la hora
ni su nombre
ni nada.
La ceniza me encegueció
a mí
a vos
a nuestras pantallas.
Fotografía: PJ Wang