Quise pausar aquel momento en el que fui tuya, en el que fui feliz, quise inmortalizar las risas, las caricias, las cosquillas, las noches de conciertos e incluso una que otra discusión en la que terminábamos haciendo el amor.
Pero el mundo jamás me dejo y ahora que ya no queda más de ti, me doy cuenta que el olvido también es felicidad.
Fotografía: Annemarie
Escritora de nada, soñadora de todo.