Conocí a una señora en el mercado que me contó una historia de amor que tuvo con un español, mientras se escuchaba una churumbel; me dijo que a pesar de todo, se arrepiente de no haber huido con ese español cuando tuvo oportunidad; el señor del puesto esperaba, así que yo pedí pitayas y fresas, la señora pidió para sopa de verdura, nos retiramos y fue una de las miles de historias que no pedí, pero agradecí escuchar, llegue a casa a escuchar música mediterránea, busque y busque cosas hasta llegar a un lugar donde se escuchaban el sonido de los bosques tropicales en el mundo, me pregunto, ¿qué habrá sido del español?, y si la señora era tan feliz como se veía.
Fotografía por Alison Scarpulla
En ocasiones soy una heladera desenchufada y lo que está en mi interior se derrite.