¿Cómo nació este local y qué lo hizo diferente desde el principio?
Empezamos el proyecto porque buscábamos un ingreso extra, ya que nuestros trabajos son un poco volátiles. También queríamos emprender por el gusto de tener algo independiente, algo que nos diera la posibilidad de generar ingresos sin depender únicamente de un sueldo. Al mismo tiempo, lo hicimos desde una pasión real: el café. Por eso decidimos arrancar en La Lagunilla, un lugar muy importante para nosotros por su diversidad, su arte, su creatividad y porque ahí conviven muchos tipos de personas.


¿Qué parte del día, del espacio o del proceso creativo disfrutan más quienes trabajan aquí?
Lo que más disfrutamos es el contacto con las personas, la comunidad que se va creando alrededor del proyecto y, por supuesto, todo el proceso de elaboración de las bebidas. Es muy gratificante ver cómo a la gente le emociona probar algo nuevo y cómo ese intercambio nos conecta de manera auténtica.
Si alguien entra por primera vez, ¿qué es lo que no debería perderse?
Nuestro cold brew y nuestros carajillos.

¿Cuál ha sido un desafío interesante que los haya hecho replantearse algo sobre el proyecto?
Uno de los desafíos más complicados ha sido contar con un lugar fijo. Hasta ahora hemos funcionado como una cafetería ambulante, lo cual tiene su lado positivo porque nos permite llegar a distintos espacios y personas, pero también representa el reto de no tener una base estable donde la gente pueda encontrarnos siempre.
¿Qué influencia, idea o referencia sigue guiando lo que hacen hoy?
Tenemos muchas influencias y referencias, desde grandes barras como Almanegra y Avellaneda, hasta nuestra propia experiencia en la música y el cine. El nombre del proyecto surge por el músico gitano de jazz Django Reinhardt, pero también por nuestro perrito Django, que ha sido una inspiración muy especial para nosotros. Además, nos inspira mucho la estética artística contemporánea, la fotografía, el diseño y, en general, todo lo que conecta con la creatividad y el arte ha formado parte de nuestra identidad.


¿Qué lugar, proyecto o persona los ha inspirado últimamente y por qué?
Nos gustan mucho las concept stores y los lugares interdisciplinarios, como Pie Grande, Machina o lugarOSO. También nos encanta la gastronomía y las experiencias que abarcan varias cosas a la vez, por ejemplo, galerías que además tienen restaurante como ARRRCO, proyectos como Arta Cerámica que combinan taller y cafetería, o espacios como Cicatriz en la Juárez. Y en cuanto a café, disfrutamos mucho propuestas como Extra.Extra o Café Tormenta, que también nos inspiran bastante.
Si su espacio pudiera invitar a alguien a colaborar por un día, ¿quién sería y qué harían juntos?
Si pudiéramos trabajar con alguien un día, sería con Sobaka. Creemos que su concepto de pizzas conecta muy bien con nuestros cócteles y carajillos de café. Nos encantaría hacer una colaboración o un pop-up de un día con promociones especiales, bebidas y pizzas temáticas.


¿Hay algún objeto, rincón o detalle del lugar que tenga una historia que pocos conocen?
Bueno, no es un objeto, pero definitivamente es nuestro perrito Django. Él nació de nuestra querida perrita Poly y fue una gran inspiración para el proyecto. Django es un perrito que marcó nuestras vidas —y lo sigue haciendo— por su gran corazón y por una personalidad única que nos ha enseñado muchísimo y nos acompaña en todo lo que hacemos.

Si este proyecto fuera una ciudad, un libro o un disco, ¿cuál sería y por qué?
Sería In Rainbows de Radiohead: experimental pero cálido, accesible pero con capas que se descubren poco a poco. Un disco que puedes escuchar en loop, que tiene atmósfera y carácter propio, sin sonar igual a nada más.
Respuestas por Itzayana Osmara Soto García y Héctor Luna Flores, quienes hacen posible Django.

COLD BREW: 2×2 mts de café refrescante
Comonfort 84, La Lagunilla
CDMX, México
