Cuántos eres mientras duermes

Antes caminamos por la ribera, con nuestras manos rozando la hierba, todo huele a hierba y en ella ocultamos suaves toques mientras miramos hacia otro lado. Ocultamos nuestros pasos pisando de nuevo en varias direcciones, casi no dejamos rastro y nuestras conversaciones las oculta el ruido del agua y las rocas. Caminamos así, mirando de vez en cuando el interminable río oscurecido, revuelto y profundo donde sobresalen dormidos otros que vienen del lugar al que tú y yo vamos.

Sin poder pararnos a pensar y descansar u olvidar seguimos insistentes en hallar un final desconocido, el único. Oías, como yo, los murmullos, incisivas preguntas que fueron marcando tu cara, y achicando tu sonrisa; veo en tus ojos los míos y el silencio de mi cuerpo de barro. Voy detrás de ti por momentos, luego vamos al mismo paso.

Te veo y no te recuerdo, eres otro en el mismo camino. Tu rostro cambia, pero las huellas en tu cara te delatan, eres como yo de tierra y sol azul. Del mismo sur del bosque, pero de otro tiempo.

¿Cuándo llegaremos? La pregunta surge de todos los bordes de tu piel delgada, todo el camino llega a ser el mismo cuando estás perdido. Pero estoy contigo, con tus manos y tus pies, andando todavía.

Antes de verte dormido.

Fotografía: Yutha Yamanaka