Cuando la medusa se encontró

¿Has pensado que nada de lo que anteriormente experimentaste realmente lo sentiste?

Entonces ahí, te das cuenta que los ríos de sentimientos que te han habitado, inevitablemente terminan en una cuenca endorreica.

Y pues qué pinche terremoto.

Probablemente sea la mitad de la vida, o la mayor parte, o tan sólo la vida. Y un día anochece y sabes que no eres la misma, porque ahora, al ritmo en que un magnetar se acerca, sabes lo que es sentir.

Y pues qué pinche terremoto.

Madrugada de abril 1.

Fotografía por dirtyharrry