Hay amores que dejan marcas y daños. Amores que duran un par de semanas y otros que apenas sobreviven un par de años. Hay amores flacos y abstractos. Amores serenos y con arrugas. Amores con culpas, tan llenos de amargura. Hay amores firmes y valientes. Amores que se tiñen los días de nubes negras. Amores llenos de retorica absurda.
Hay amores sumergidos en la costumbre y otros que flotan en un “free”. Amores que detienen el mundo y otros que se niegan a volar. Amores que se olvidan con tragos y otros tan difícil de olvidar. Amores con todas las letras del abecedario y otros que no llegaron a tener vocales. Amores convertidos en playlist. Amores egoístas y llenos de condiciones. Otros tan llenos de colores y bendiciones.
Hay amores con diferente horario. Amores de arena y sal. Amores que conocieron la felicidad y el respeto. Hay amores de primavera y verano. Amores sin otoños ni inviernos. Hay amores enfermos. Amores tan hartos de sexo. Amores poéticos pero pasajeros. Amores con variedad de sabores pero llenos de rencores. Amores de redes sociales y de otra clase de bloqueos. Amores que se mandan a la mierda y otros que terminan en la Iglesia.
Hay amores que terminan en un “Gracias” y otros que se conforman con un “Hasta nunca”.
Fotografía: subway rat

Corrección, estilo y variaciones de la lengua española. Universitat Autònoma de Barcelona.
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