Ya no me mojé

Estabas frente a mi, acabo de recibir un abrazo lleno del pasado, sentí tu piel conectar con la mía, percibí la tibieza de tu ser, aquella que me cobijó cuando estaba buscando placer, solo miraba tus labios, esos que mordí intentando atrapar entre mi boca esperando que jamás me separaras de tu historia, no escuchaba lo que decías, bajé el volumen de tu voz y en ese instante, como un flash, regresaron a mi mente cada uno de los movimientos que nuestros cuerpos, como poesía se escribían entre tus sábanas, como melodía escuchaba a lo lejos nuestros gemidos, mi piel se erizó al contemplar la fusión de nuestro sudor bajo la luz tenue que ingresaba por tu ventana… En eso sonreíste y mi mente regresó al presente, tu voz de nuevo la escuché y por arte de magia… ya no me mojé, se te acabó el encanto… te superé.

Fotografía: subway rat