California, no me olvides II

Nunca he podido conservar a las personas cerca de mí y siempre me ha tocado ver partir a todo el mundo, te lo dije muchas veces, quisiera decir que me importa, pero nunca me pareció suficiente. Tal vez sea un descubrimiento importante, pero nunca he sido bueno para encontrar las cosas perdidas y ahora no hay forma de saberlo. Estaba recordando que solía llamarte a estas horas y caminar cerca de las vías del tren, las tardes en el metro, las papas fritas en el mcdonalds, los edificios de los ángeles comenzando a acercarse por la ventana. He estado escribiendo desde entonces, aún no encuentro nada por aquí ¿de casualidad no lo has visto por ahí?, algún destello en tu interior que diga mi nombre, la verdad no lo creería. Es difícil quererse cuando todo lo que haces parece insuficiente, siempre me he sentido tan lejos de todos, las calles oscurecen sin mí, los lugares a los que fuimos lucen diferentes. Siempre me sentí tan lejos de ti y no pude decirlo, tu corazón era un lugar desconocido al que seguramente nunca iría, como una playa sin nombre en alguna postal de cualquier tienda de recuerdos. Creo que es tarde para todo esto. Pienso que eres un parque de diversiones abandonado en mi cabeza y yo dos lugares vacíos en la rueda de la fortuna.

Fotografía por Martin Canova