Cae la noche como caen mis párpados cansados de tanto buscarte.
Cae la noche como inevitablemente caen las hojas del otoño en cualquier parte.
Cae la noche como caen los soldados de un campo de batalla sin nombre alguno.
Cae la noche como cae la ceniza de un cigarro que va llenando mis pulmones de humo.
Cae la noche como cortina de teatro, tras el final de la obra que tú y yo decidimos montar.
Cae la noche y me provoca el mismo sentimiento de nuestra despedida: pareciera que nunca va a terminar.
Fotografía por Katya Mamadjanian.