La vista al exterior, observada desde lo alto de un edificio resulta ser reflexivo para mi inquieta mentalidad. Dentro de lo sencillo, cotidiano y de lo aparentemente no importante, existe una profundidad, algo más allá que presenciar.
Se aprecia poco pero a la vez mucho, resulta también que nada es perfecto pero a la vez si lo es por el hecho de solo estar ahí desde un inicio. Hay un mundo adentro, otro mundo afuera, pero todo bajo un mismo y perfecto cielo.
Fotografía: John Kilar | Instagram