Si algún día te vas, siempre te recordare así:
La ventana abierta del auto, con tu pelo flotando por el viento.
Las flores marchistas entre las páginas de mis libros que me diste en algún aniversario.
Las notas que me escribías y dejabas el parabrisas para que las encontrara después de clases.
Con las miles de libretas que me diste y los miles de poemas inconclusos que quería escribir para ti.
Con la manía de tocarte el pelo cuando te ponías nervioso.
Las fotos desprevenidas que me tomabas, en las cuales me veía fatal pero tú las admirabas con ternura.
Con los boletos acumulados de conciertos, museos, entradas al cine, de avión.
Los besos espontáneos con los que me cubrías toda la cara.
Recostado sobre tu auto esperando que yo llegará al encuentro.
Los “Te amo” todo el tiempo, en cualquier lugar y situación, tan naturales, tan reales.
Las polaroids de los mejores recuerdos a tu lado, dónde fuimos nosotros totalmente y nada en el mundo importaba.
Los nuevos descubrimientos de la NASA.
Tus ojos fijamente mirándome, y el poder sumergirme en ellos sin miedo ahogarme.
El combo de los lunes en el cine, con palomitas enormes.
La Negra Modelo y el buen whisky.
Tus manos recorriendo mi cuerpo delicadamente después del sexo.
Los partidos de la selección o la liga Europea.
Yellow de Coldplay
Pero amor ante todo siempre te recordare como la primera persona de la cual me enamore realmente por primera vez.
Fotografía por André van Tonder
Amante del café y de las buenas historias, turista de museos y galerías de arte. Fotógrafa en proceso y escritora de vez en cuando entre inspiración y ocurrencias.