No puedo, no quiero.

Tú y tus mensajes de voz. No quiero contestar, y siento necesitar escucharlo una vez más y luego otra.

Hoy te vi dos veces conduciendo, y pensé que quería salir contigo y alar tu pelo, y sentir la fricción de tus labios con los míos.

Sentir el calor de tus manos, tu barbilla rasposa.

Observar tu perfil, el lunar que tienes debajo del ojo.

Sentirte, bien cerca de mí.

Pero no. No puedo contigo y tus ganas de arruinarme una vez y luego otra.

Fotografía por Isa Gelb