Te escribo con las entrañas, con la mano hinchada y con las pocas ganas de mi buena buena o mala voluntad, te escribo para hacernos daño para perpetrar al infinito la formula sagrada de tu cuerpo junto al mío.

Te sueño pasión, y junto a la marea violenta que te vio nacer de la concha inverosímil te nombro con cada letra y te llamo amor, eres mi sexo y mi potencia derramada, la última palabra de la noche y la primera en la mañana.

Voy y vengo sin destino por el  melancólicomar de tus ojos dulces y perversos, tu boca manzana prohibida de amor y discordia, tu boca, tus labios el lugar para morir y nacer, y más abajo después de tu fino cuello consagro al alba a los leones que han de alimentarse de la reina y dueña del fin y del principio.

Sediento de más tú y solo tú, regreso desmembrado a casa para volverme loco otra vez para blasfemar contra la madre y el padre que me juzga y me critica, vienes  de nuevoa mí pero esta vez sostengo con fuerza tu imagen y la estrangulo, la engullo para tranquilizar el impulso que se pierde entre nuestros dedos.

Con cada sol vuelves a nacer, más hermosa y peligrosa, cada noche mis sueños te cubren con mi sabana umbilical mientras las brujas llegan a susurrarme que no hay nada para luchar y tampoco nada para perder, y te persigo con anhelo maltrecho para contarte mis sueños pero tú, cada vez más cerca del fuego…

Fotografía: Sim Ouch