A la deriva voy, juntando pedazos de mi corazón, anidando recuerdos, soltándolos, dejándolos ir, retomando el camino. Viviendo de cerca el momento preciso, volar después de la tormenta es lo que queda. Mi alma es libre, amo estar en un estado de reconciliación con mi propio ser, encuentro tranquilidad en este punto de partida, ya no le temo al miedo, he arriesgado y he dado tres pasos adelante y no quiero defraudarme. El asfalto mojado, la lluvia en mi rostro, las hojas secas danzando en un sin fin de notas tenues y remotas, caricias que has dejado en todo mi cuerpo, después de sentir tu magia, estoy más que segura que es una realidad precisa, intacta, hoy desperté y comprobé que nada de esto fue un sueño. Tus ojos, puerta estelar infinita, donde puedo viajar y perderme en ellos.
Fotografía por Michele Vittori
Quizá encaje en el tercer lugar del alfabeto. Disfruto de un buen vino, de la lluvia empantanada, las tardes de otoño deshojadas, compañía o soledad para eso soy descomplicada, siempre he sabido inventar… ¿Luna? ¿Yo? Qué tal mucho gusto: – Musique – Café – Cálida – Cine – Poesía – Contraste.