Cogidos de la mano íbamos tarareando una canción de Sonic Youth: Incinerate. Nos derretíamos del calor ese día, parecía que todo se quemaba a nuestro alrededor. Caminamos hasta encontrar un puesto donde vendían salpicón, nos miramos con una sonrisa de satisfacción. Aún puedo recordar ese brillo estelar de sus ojos. Entre palabras, silencios y risas, no sentimos pasar el tiempo, ya era de noche cuando llegamos al mirador. Le leí un poema de Thomas Bernhard y de repente gemínidas empezaron a desfilar en el cielo, me besó y una corriente eléctrica paso por todo mi cuerpo, era como sentir fireworks dentro de mí, justo en ese momento supe que me había enamorado.
Fotografía por cem celik
Quizá encaje en el tercer lugar del alfabeto. Disfruto de un buen vino, de la lluvia empantanada, las tardes de otoño deshojadas, compañía o soledad para eso soy descomplicada, siempre he sabido inventar… ¿Luna? ¿Yo? Qué tal mucho gusto: – Musique – Café – Cálida – Cine – Poesía – Contraste.