Una vez al año tomo la ruta mas lejana caminando hacia mi parada; es curioso, la calma dentro de uno mismo, al ver a todos esos rostros extraños que no saben de ti, no te conocen. Y te encuentras hay por la ciudad sola, dándote cuenta de no necesitas nada mientras el cigarrillo quema tus dedos, solo caminar. Callada, sin recordarlo , ardiendo en silencio.
Lo puedo llamar mi propia terapia personal.

Fotografía por Martin Canova