Escucho tanta mierda por todos lados que me siento agobiada las 18 horas del día, las otras 6 intento dormir y a veces no lo logro.

Una de las cosas más difíciles del autoconfinamiento es convivir contigo mismo, ya sabes, regañarte porque hoy no aprendiste nada nuevo, porque hoy no intentaste hacer yoga, y al parecer el yoga te sana el alma, cosa que todos nos dimos cuenta que necesitamos.

Adopte una gata, se llama Calceta, duro algunos días sin nombre, hasta que un día soñé que le hablaba diciéndole calceta. Traga un chingo, y no se si tengo que  darle comida siempre que maúlla. La lleve al veterinario y la cabrona se cago en la transportadora, apeste toda la combi a caca. Y ya saben, nunca falta la doña, haciendo comentarios al respecto, pues sorry hermana, yo no le dije a mi gata que se cagara para joder tu pinche recorrido.

En las mañanas, cuando voy al trabajo, aprovecho los veinte minutos que me hago de camino para poder respirar profundo, y eso me dure todo el día.

Siento que me asfixio, y se siente culero.

Fotografía por DIADA