La delicadeza de sus manos al tocar mi rostro siendo tan similar a la de los rayos del sol en invierno.
El insulto más grande que me ha generado el cosmos desde su primera aparición en mi vida.
Jugando a una ruleta rusa de cariño y repudio cada día, sin importar el daño que pueda generar en mi persona, siendo así la inmoralidad más grande que me he de permitir.
Tanta ignorancia y soberbia de su parte, que no logra darse cuenta de la magia que le da a los días desde ese jodido primer día.
Siendo real con mi persona, sé que el dolor y vacío que ella dejará al marcharse será un daño irreparable, pero tampoco puedo negarme a la tentación de que ahora me quiere y sería una estupidez marcharme.
Tanta pinche inconsciencia que dejaría catatónico a cualquiera que quisiera comprender, convirtiéndose en una simple y absurda broma de inmorales.
Fotografía: PJ Wang
Fiel creyente del monstruo espaguetti volador. Animal nocturno cazador de aventuras. Soy de Juárez pero vivo en la pendeja.