La última noche que dormimos juntos, tu cuerpo abrazaba al mío, pero tu cariño, tu sinceridad, tu amor, tu paciencia y tu felicidad ya estaban en otra parte, no sé si con otra persona, pero ya no se encontraban en esa habitación.
Fue triste despertar y darme cuenta que lo único que había ahí eran dos personas, sin nada que compartir, sin nada de que hablar, sin nada que nos mantuviera juntos por más tiempo.
Escribo, pero desde que ya no estoy triste y estoy enamorado, ya no escribo, aunque podría escribir sobre lo que siento, pero nunca he escrito del amor, pero podría intentarlo.