Llevas tiempo sintiendo que no estás en donde debes estar y que tienes claro que la vida que llevas no es la que realmente quieres, no tienes ni idea de cuál es tu propósito en la vida…
La constante que la mayoría tenemos en nuestra mente. Dolores de cabeza. Ansiedad. Depresión. Es lo que nos causamos con esa simple oración. Y como no lo tenemos claro, ahí seguimos, googleando test tras test creyendo que nos ayudarán a encontrar nuestra pasión o ‘algo’ que nos amortigüe, o ese impulso como consejo del día a día para darnos una mísera fortaleza.
Sé que nos identificamos. He estado con esa sensación bastantes años antes de tomar la decisión de cambiar mi rumbo. Mi propia búsqueda.
He respondido una y otra vez, varias preguntas de test online, en revistas, películas intentando auto inyectarme de alguna manera con esos mililitros de fuerza de algunos personajes con los cuales siento identificarme. Pero esa claridad no termina por llegar. Me di cuenta que de ésta manera jamás encontraría lo que quiero.
¿Cuáles son nuestros talentos para hacer algo en éste mundo y alcanzar la realización personal? ¿Cómo es posible que sigamos paralizados, perdidos en éste tipo de situación?
Y esa preguntita de ¿qué quieres ser de grande? Que respondes ante la inocencia de niño/a o adolescente Al final, por diferentes motivos, a veces acabamos dedicándonos a otro tipo de cosas, nos empapamos de lo que dicta la sociedad, tienes que ser esto o aquello, el éxito es el reconocimiento de los demás, debes de ganar tanto, debes de tener una familia a tal edad, debes, debes, debes… Nos perdemos en escuchar y sumergirnos en lo que los demás quieren de nosotros.
Estúpidamente les hacemos caso y es cuando nos empezamos a perder.
He tenido lapsos de claridad. Uno de ellos fue a mitad de carrera, quería otra cosa, me salí, estudié algo diferente y finalicé, lo logré… Pero todo eso poco a poco se fue esfumando junto con mis deseos porque tanto tiempo estuve feliz en esa etapa que no recibí ningún documento, solo una hoja impresa de computadora en donde constaba que estudié ahí por 3 años, desapareció la escuela y con ella todos los que iban al ‘mando’. Como era de esperarse, me desanimé y ya no quise saber más sobre eso. Decepción. Acabé con grave ansiedad.
Cambiaron de nuevo las prioridades en mi vida y llegó el día en que empecé a tener claro que ese ya no era mi sitio. En lo más profundo de mí sentía que yo había venido a este mundo a hacer algo diferente. Pero no tenía claro a qué dedicarme. Y desde entonces son años de búsqueda. Años en los que me pierdo buscando una respuesta, buscando esa energía especial que me impulse, esa guía que me diga por donde debo seguir…Pero no aparece… y entonces de cierto modo me siento paralizada porque todos dicen que antes de ponerte en marcha es importante que definas tu propósito.
Hasta que hace un mes llegué a la conclusión que debía ponerme en marcha nuevamente, a pesar de no tenerlo claro. Me di cuenta que donde estaba no iba a encontrar ese propósito. Decidí moverme de ahí, llorando y todo, pero salí.
Darme cuenta que mi propósito nunca va a aparecer respondiendo preguntas y haciendo test. Desperté y comprendí que lo único que debo hacer es recuperar la conexión con esa voz interior, fuerza y dejar de joderme la existencia de que todo se trata de estar buscando un propósito, porque estoy segura que ese propósito me encontrará a mí. Mientras que me encuentre haciendo algo, sirve de que aprendo cosas nuevas.
Por eso decidí marcar una nueva ruta, trazar un camino para salir de esa vida y estoy dando pasos, solo teniendo claro que la única manera de lograrlo era saliendo de donde me encontraba y sobre todo probando cosas nuevas.
Siento que estoy haciendo forma de este propósito.
Me encantaría poder regalar tips para encontrar propósitos, pero la verdad es que no los tengo, ni creo que haya un camino para ello.
Lo que sí puedo decir es que lo primero es romper el miedo, luego tomar acción. Hay gente que dice que su propósito aparece como una revelación, como una voz divina que le dice qué es lo que debe hacer. Confieso que no soy una de ellas. Yo he tenido que explorar, llorar, probar, orar, hacer cosas diferentes. Así que, si todavía no lo has encontrado, sigue buscando, toma acción, ponte en marcha, pero de verdad, desbloquea la parálisis en la que estás inmerso de alguna manera.
Todos tenemos una voz interior que nos habla. La cuestión es que muchos con los años hemos dejado de escucharla. Por eso, es importante que tengas silencio en tu vida. Es necesario que desaprendas mucho de lo que has aprendido en los últimos años. Es necesario simplificar nuestras vidas.
Al final, darme cuenta de que tal y como estaba mi vida difícilmente iba a encontrar mi propósito, necesitaba hacer un espacio. Me sentía totalmente saturada. No sé si te ha pasado… Que sientes que en tu vida ya no hay espacio para nada más.
Aunque ir a terapia, leer y escuchar a coaches no me han dado la respuesta, de alguna manera, me han enseñado el camino. Sin haber pasado por ese proceso de crecimiento personal no sería la persona que soy hoy. Aunque no hayas encontrado todavía tu camino, nunca dejes de invertir y dedicar tiempo a tu crecimiento personal. Es una de las mayores garantías para encontrar eso que estás buscando.
¿Y cómo saber si ya has dado con tu propósito?
Tal vez en este momento estés dudando si lo que haces ahora es tu verdadero propósito. Déjame decirte que cuando encuentras tu propósito la sensación es similar a cuando te enamoras rotundamente sin dudar. Simplemente lo sabes y arriesgas.
Fotografía por Patricio Maldonado
Adriana Balderas Abarca, artista multidisciplinar y autodidacta. Virgo. Nació en Durango, México. Su arte es una mezcla de expresiones, un conjunto de sentidos y emociones por medio de arte sonoro, letras y new media art. Sigue su contenido en instagram @yosoyadrianaba en éste link puedes conocer más de lo que hace https://linktr.ee/yosoyadrianaba
Comienza sus estudios universitarios en el estado de Puebla en el Instituto de Estudios Superiores incorporada a la BUAP, en la carrera de Ciencias de la Comunicación y Apreciación Cinematográfica. Abandona la carrera para dedicarse al arte escénico, culminando. Sus proyectos son creados de manera autodidacta así, abriéndose paso al mundo del arte.