Modo Bitch

Esta no es otra pinche historia de amor.
Esta es mi historia.
Esta soy yo:

La de la frase “en boca abierta, solo entra mierda”.

La que siempre llega puntual para quedarse más plantada que un arbolito de navidad.

La que se vuelve una contradicción; la que quiere ahorita y mañana no.

La que no se clava con el primer baboso que tiende a ser hípster de alquiler.

La que monta un gimnasio en casa porque qué hueva verle la jeta y los bíceps a todas las engreídas.

La que se aguanta las ganas de ir al baño porque qué oso tapar un baño público.

La que despierta amargada en domingo.

La que responde los mensajes si le convienen o no.

La que bloquea porque qué puta flojera ser la segunda opción.

La que nunca pide consejos.

La que se apendeja sola.

La que va al cine sola.

La que se duerme en misa.

La que no tiene canción preferida.

La que tiene insomnio a mediodía.

La que deja el celular en modo bitch para que no le entren nunca tus llamadas.

La que te dice en la cara todas tus pendejadas.

La que se ríe a carcajadas.

La que se va sin despedirse.

La que no te quita la mirada.

La que dice que conoce toda España.

La que se despierta a las tres de la mañana.

La que hace quehacer con música de Luis Miguel.

La que se queda en casa mientras todos salen a beber.

La que se dice así misma en el espejo: Fuck this shit ¿otra copita de vino?

Fotografía: ding ren