Pues bien. Pasan días, semanas, meses y los besos son más dulces, más húmedos que como los recordaba. La lengua se siente fresca en donde la coloques. Tus manos siempre son fuertes cuando me tocan. Tus ojos miran perfectamente a donde saben que quieres llegar.
Cada abrazo lleva ese calorcito que quiero sentir en todo mi cuerpo cuando te fundes con él. Cada rasguño en tu piel va acelerando tu palpitar y me enloqueces, me liberas, me haces sentir tan capaz, tan auténtica, tan pirotécnica, tan mía. Y yo, yo sólo me comparto contigo.
Fotografía: Laurencja Zurek
Soy Psicóloga de profesión, el destino y la vida me llevaron a una vida godín pero he sabido romper la monotonía que eso implica.
Mama de 3 un humanito y 2 suaves lomitos.
Amante de la vida, de las puertas ostentosas que piden a gritos una fotografía, amante de la librerias/bibliotecas bellas