Mandé todo a la mierda,
nuestros ”relationship goals”
O al menos eso era lo que la gente decía.
Creía, veía…
Llena de fotos viéndonos
tan enamoradas,
felices.
Como si nada malo pasara,
como si los problemas no existieran,
como si mi mente no fuera tan enferma,
y quisiera joderlo todo.
Nuestra cuenta de ahorro.
Los planes a futuro.
Tres años aproximadamente,
cuando terminaramos la carrera.
Casarnos.
La familia soñada.
Dos niños, una niña.
Dos gatos.
Los bebés producto de la ciencia,
y de Santi.
Tus sueños de escalar.
Los mios de viajar.
La casa en Austin.
El amor que había,
que me hacías la comida.
La rutina.
La vida.
Y todas las demás cosas que soñabamos hacer
JUNTAS.
Lo mandé a la mierda.
Tus ilusiones con las mias.
Mandé todo a la maldita mierda.
Fotografía: Marton Gosztonyi
23 años, humana, rara, me gustan las plantas y la luna, distraída pero siempre pienso en todo, mala memoria. Inestable, soy muy cambiante, aveces negro, aveces blanco. Doy todo cuando lo siento, Sincera, insegura, loca, casi siempre visto de negro. Siento que la inestabilidad se debe a que no me siento de ningún lugar. No me gusta ser dueña de algo o alguien, ni tener límites. Complicada hasta el cansancio pues no pienso, solo actúo, desorbitada y peor aún desconcertada. Tengo un postgrado en amores enfermos y la autodestrucción como pasatiempo. Estoy convencida que somos todo aquello que aún no hemos vivido.