Sacarse algo del corazón se vuelve difícil cuando hablamos de cosas importantes.
No voy por la vida hablándole a todos de lo que siento es la excusa que más uso para evitar hablar de lo que pasa dentro de mí.
Lo anterior es medianamente cierto y también lo es que nadie me gusta como tú.
Me gusta cuando te ríes, cuando estás concentrado y cuando estás en silencio.
Me gusta tu voz cuando dices alguna tontería sin sentido, cuando me explicas las cosas que a ti te gustan y que yo no entiendo y también cuando dices que estás cómodo a mi lado.
Me gusta la ropa que usas y cuando te la quitas.
Me gustas cuando comemos juntos y me gusta cuando vemos las películas completas.
Me gustas cuando bailas y cuando inventas palabras.
Me gustas cuando me haces sentir que yo te gusto a ti.
Me gustas ausente y cuando inesperadamente vuelves.
Me gusta cuando te vas, me gusta cuando no estás, pero también cuando regresas porque no te gusta estar sin mí.
Me gustas lejos, me gustas cerca, me gustas los sábados, pero también los lunes.
Me gustas de muchas formas y me gusta que probablemente jamás lo sabrás.
Le escribo a los amores de mi vida y a las vidas que comparto con mis amores.