He perdido algunos horizontes, ha cambiado mi mirada desde aquel día de junio, ya casi es un año sin tus flores, poco a poco el recuerdo de tus huellas digitales en mi piel se ha ido nublando, el sabor de tus labios y ese gesto que haces cuando sonríes cada vez están más lejos de hacer una historia conmigo.
Sin embargo sigo buscando en mis días nublados, en mis noches lluviosas, en mis mañanas con café y en las puestas de sol, una señal que me lleve a donde estés.
Bastaría el mínimo intento de sabernos cerca, para que nuestras almas se reconocieran de nuevo, para volver a sonreír sin motivo cuando nadie nos ve, para sentirnos libres compartiendo y haciéndonos una vida juntos.