El miedo que te da hacer las cosas sin sentir nada sólo para que esa persona no busque en otras personas lo que tiene contigo, ¿es un acto de sacrificio o de conveniencia?
Está bien sentir miedo, es lo único que queda cuando te han decepcionado y tu vida ha girado en torno a traiciones y mentiras. Pero ese miedo que sientes puede convertirte en alguien que no eres. Como le dice Yoda a Anakin Skywalker, en Star Wars: “El miedo es el camino hacia el lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento.”
En el amor, tus miedos se vuelven obsesivos y paranoicos. Te consumen, te desgastan, te obligan a estar a la defensiva de todo lo que te rodea. Te hace no creer en el amor. Vives siempre con miedo. ¿A dónde fuiste? ¿Con quién estabas? ¿Qué hacías? ¿Porqué no me contestas? ¿Quién es él/ella? ¿Porqué mientes?. Cuando menos te das cuenta, a quién creías conocer ya no está, lo desconoces. Es otro. Se crea un amor ambivalente. A quien amas, ahora lo odias, lo culpas, lo rechazas, lo niegas, lo sustituyes, lo tratas de olvidar y que ya no forme parte de tu vida.
Fotografía: Ding Ren