De repente me llegan estas lagunas mentales de la noche de ayer, las mismas que se esfuman cuando la cabeza me avisa que bebí demasiado. Aún puedo cerrar los ojos y verte bailar en medio de la pista; registradas están las ocho pasarelas que hiciste camino al baño porqué tu cuerpo exigía cannabis para dejarse volar, tienes la inquietud de que nadie te pueda ver las alas, y entre tus veintitrés manías la de cuidar que nadie pueda pisartelas. Ya casi van a dar las tres y sigo en el intento de que con un poco de suerte pueda reconstruir tu mirada de entre los escombros desparpajados que me quedan de la noche de ayer.
Fotografía: Valentina Varas