Los días pasan, pesan, y te das cuenta que la vida no está hecha para recorrerla aprisa, que debes tener cuidado del suelo en el que pisas.
Habrán momentos de incertidumbre y dudas, momentos en los que te encontrarás completamente a oscuras, pero indudablemente saldrá un nuevo sol al despertar, así que aunque tengas miedo nunca dudes en avanzar.
Saluda siempre a ese que ves frente a tu espejo, búscalo cuando necesites algún consejo; sé agradecido con esa gente que en ti confíe, y si la vida te golpea: voltea y sonríe, que no te puede vencer, no te puede tumbar, mientras haya aire en tus pulmones puedes levantarte y avanzar.
Viendo pasar los días y a la vida quedar en pausa