Cruzando las curvas

‘’¿Cuántos árboles caben en nuestro silencio?’’

Homero Aridjis

 

Algunos somos vacíos, otros somos ausencia sensual como el árbol, algunos otros son habitantes de un Quivira inalcanzable, otros del sol, otros del musgo. Yo pertenezco a esta lengua; he visto a través de la roca un pez, una golondrina excitada; fui por una escalera de caracol a mi estómago, miré el dosel durante horas hasta tatuarme de intersticios. Soy un vacío impostergable, donde cada día me caen más días y noches, soy la ausencia sensual del árbol porque viré sobre el aire mis escamas, completamente ligero. Soy habitante de Quivira, porque busco insaciable, a veces enteco a veces huérfano, pero siempre con los ojos del niño. Soy del Sol y soy del musgo, porque te amé todas las esquinas y todas las guerras, te amé ayer desde mi almohada, te amo hoy desde abajo de la palabra y te amaré mañana como un interino sollozo.

Fotografía por Patricia Ruiz del Portal