Y es que Estela es un vestigio de vicios,
una fresca mesura entre realidad y placer,
es la copla perfecta después de todo lo que aborrece y admite mi inmaculada sociedad.
La cama de Estela, concurre un patrocinio a la intimidad de los días fértiles y anhelantes de asomo de olvido.
Y sobre Estela solo diré: que bienhechora fortuna la mía por conmover en los parapetos sus exclamaciones de adhesión a mi parte de adelante,
no sé informar más de ella ya que el misterio lo lleva siempre en fría botella de cerveza,
solo la he atendido decir al final de todos los remanentes
-no aparezcas con las manos colmadas y la imaginación ahuecada, trata algo que me encienda el razonamiento y no te olvides de mí cerveza clara como tus apetitos.
Estela el vestigio de que todavía se puede amar sin pertenecer.
Fotografía: John Kilar | Instagram
Siempre fracaso por convicción, para tener mas pretextos para escribir poemas toscos y seguir sintiendo amor y no morir en el intento de ser feliz.