Arquitecta de tus lunares y evasora de tus impuestos de sujeción.
Extorsionadora de tu cordura y liberadora de tus cadenas de rectitud.
Compositora de tus gemidos y admiradora de tu ritmo sobre mí. Exploradora de tus rincones ardientes y hacedora de tus orgasmos más profundos y profanos.
Deseo corromper tu ley, sumir tu mirada y domar tu barbarie interior, elevar tus plegarias al cielo del placer y honrar este poderío a merced de tu esclavitud.
Te deseo el sadismo en su máxima expresión.
Siendo libres vos y yo, en esta tierra de tabúes y prohibición, sacándonos gota a gota los licores y la miel de cada vértice, escalando a la cúspide, profanando nuestros pensamientos y entregándonos al deleite de este culto, extraño e inesperado, ambicioso y tenebroso, osado y oculto. Nuestro.
Juego a ser escritora relatando los susurros que dibuja mi alter ego en sus estadíos surreales del ser.
