Cuando tomo tu mano el cielo tiende a ser de algodón de dulce rosa, tus besos tienen notas de miel y tus abrazos se sienten como terciopelo. Tienes un atardecer en medio de las pupilas y hay un campo de girasoles en mí que sólo se fija en los destellos de tus ojos.
Espero esta historia sea inmarcesible porque todo es magia y un poco utópico cuando estás cerca a mí. Se descongelan mis témpanos de miedos, todo contigo se siente irreal y aunque Cupido sea cruel y enemigo, quiero dejar que su flecha atraviese mi pecho, solo para amarte a ti.
Al sentir tu energía deseo descolgar cada uno de los ganchos de mi ropa y perseguirte por la playa para darte besos en el mar. Eres aquello en lo esta eterna naufraga sin rumbo empezó a navegar. Tomé una brújula, un poema, el mapa y mi barquito de papel, para surcar en medio de todos estos mares de acuarelas que hay en tu piel.
Todo es etéreo e inefable.
Todo es paz y serenidad.
Fotografía por Martin Canova
Déjà vu andante y dramaqueen de tiempos libres. Diseño, me gusta crear y a veces escribí @hoyestoyraro