En la penumbra de tu silencio,
el ego.
Secretos a medio contar, mentiras sabor a besos.
Verdades en la piel ajena, hirientes cicatrices.
El tiempo se mide en la ilusión ingenua del palpitar; cero minutos con mil roses bajo tus dedos.
En la penumbra de tus ausencias,
sangre en los rincones de cada hora que callas.
Una geminiana-cholita-ñoña-kawaii que apenas está empezando a entender que el tiempo es un concepto, y yo, una idea.