Ya no quiero volver a ver tu carita de mierda, mucho menos sentarme en tu mesa.
Ya no quiero quedarme dormida escuchando tu voz hasta las 3:00 de la mañana.
Ya no quiero tus consejos, tus cariños, tus “te odio”, tus excusas ni tus disculpas.
Ya no quiero tus canciones, tus contradicciones, tus “lárgate” ni tus “quédate”.
Ya no quiero leer tus frases de tumblr, mucho menos tus links de videos porn.
Ya no quiero tener sexo ácido contigo, ya no quiero tus gemidos, ni tus gritos.
Ya no quiero tu piel sobre la mía, ya no quiero tu aroma, tu aliento ni tu risa.
Ya no quiero hacerte el amor rico ni que me lo hagas hasta gemirte al oído.
Ya no quiero tomarte de la mano, ya no quiero tu calor ni quiero abrazarte.
Ya no quiero cuidarte ni presarte atención. Mucho menos quiero besarte.
Ya no quiero recordarte, ya no quiero pensarte, ya no quiero perdonarte.
Ya no quiero buscarte, ya no quiero llamarte, ni quiero desbloquearte.
Ya no quiero tus despedidas sabatinas ni tus regresos cada miércoles.
Ya no quiero más noches de mierda contigo. Ya no quiero la mierda.
Ya no quiero tus groserías ni tu romanticismo. Ya no quiero mentir.
Ya no quiero más cargas emocionales. Ya no quiero bipolaridades.
Ya no quiero compartirte mi ansiedad. Ya no quiero tu ansiedad.
Ya no quiero esperar en tus ausencias. Ya no quiero extrañarte.
Ya no quiero que me encuentres. Ya no quiero encontrarte.
Ya no quiero que me imagines. Ya no quiero imaginarte.
Ya no quiero nada contigo. Ya no me quiero contigo.
Ya no nos quiero. Ya no te quiero.
Ni tú-ya me quieres.
Amén.
Fotografía: John Kilar | Instagram
Corrección, estilo y variaciones de la lengua española. Universitat Autònoma de Barcelona.
@spiritually_punk