Me hiciste llorar y no lo sabes. Llore por que tus actos y palabras me dolieron hasta el alma, pero me causo más coraje seguir ahí frente tu egoísmo e indiferencia después de mi entusiasmado mensaje.
Falsas esa frases chayoteras que dicen que das lo que recibes, que debes tratar a los demás como te gustaría ser tratado. Pues mírame, he dado lo mejor de mí, he tratado como he querido ser tratada. Me he puesto en tus manos con la plena confianza de que puedas contemplar mi esencia y mi ser. Te he amado como se ama a pocas cosas, a pocos seres humanos…como se ama a uno mismo y resulta que dices no sentir diferente el amor que con mucho cuidado te he dado pues a tu percepción todas te han querido igual.
Hoy duele y duele bastante contemplarte indiferente y acostumbrado a mi, con la entera seguridad de mi presencia y mi ser, duele que esas frases tan simples me duelan tanto pues no lo esperaba de ti. Me pregunto en qué momento cometí la grávida decisión de depositarme tanto en ti creyendo que amarías mi esencia por sobre toda percepción física. En qué momento creí que cambiaría el marcador a favor mío, cuando en el juego iba ganando el equipo llamado “my way” con un ventajoso puntaje auspiciado por una canción de fondo que decía “soy así, así nací y así me moriré…nunca te mentí…” que ingenuidad la mía.
Ojala el partido no me agote, ojalá que pronto escriba sobre el éxito de esas frases que por ahora me tienen en jaque…ojalá.
Me oculto dentro de mi flor,
Para que al marchitarse en tu Jarrón,
Tú, sin sospecharlo, sientas por mí—
Casi soledad.
Emily Dickinson
Fotografía por TolikTolik TolikTolik
Morelos, México (1990) Fotógrafa autodidacta. Licenciada en Educación Básica, Maestría en Pedagogía del Arte por el Centro Morelense de las Artes.Especialidad en fotografía antropológica; actualmente estudia el Doctorado en Historia del Arte por El Colegio de Morelos. Diplomado en enseñanza de la Educación Artística por el CENART. Ponente y expositora. Ser humano y madre.