Pienso que lo realmente difícil de una crisis no es el momento en que sucede, sino los primeros 7 días después de la misma.
Día 1.- No dormí en la noche anterior, así que sólo pedí comida al Sr. de las tortas de la esquina, se me olvidó decirle que las tortas no llevaban queso y si lechuga, así que comí muy desganado y me propuse a dormir, lo último que recuerdo de ese día fue que el teléfono no dejaba de sonar.
Día 2.- Me desperté a las 6 am de ese día, y hoy no podía faltar a trabajar, me acuerdo que me vestí muy bien, incluso las chicas se me quedaban viendo pero me percaté de eso hasta ya terminada la jornada del trabajo, cuando ya me iba a casa.
Día 3.- Volvió a temblar, fue temprano, por eso de las 9 am, ni siquiera evacuamos, el patrón nos deja encerrados y con cámaras de vigilancia en todos lados, ya sé que se siente ser parte de un experimento social.
Día 4.- Hice mis reportes de la forma más original que pude haberlos hecho, incluso me dieron un ascenso, ya mañana desempeño en otro cargo, sigue siendo lo mismo.
Día 5.- Estaba despertando en medio de papeles de máquina de escribir y un sintetizador, mejor me puse a escuchar los discos de Los Panchos, recuerdo que lloré con la canción “Y”.
Día 6.- Mi mamá vino de visita y me pregunto por ______, le dije que ___ ya no esta conmigo, no supo como reaccionar a eso.
Día 7.- La comida ya llevaba más de 1 semana abierta y quise hacer de comer, el menú quedó de la siguiente forma:
Entrada: Ensalada César con pollo frito y aderezo de cereza agridulce.
Plato fuerte: Lomo de cerdo con chile pasilla y pasta blanca con nueces trituradas.
Postre: Flan Napolitano con café.
Dato adicional.- Sigo haciendo de comer para 2 personas.
Fotografía: John Kilar | Instagram
Soy un programador de Puebla que ahora caza sus anécdotas mientras sigue frente a la computadora de una nueva oficina.