Goodbye Alissa

Si estás leyendo esto seguramente mis calzones y los tuyos ya no están dentro del mismo cajón y eso es bueno porque me he hartado de esto, de ti.

No me ha quedado más remedio que sacar mis cosas de esta casa, después vendré por el sofá, me lo llevaré porque sabes que me encanta.

No te preocupes por la licuadora, la estufa y la cafetera. Sé que vas a sufrir más sin esos electrodomésticos que sin mí y a pesar de que son míos te los regalo.

Me gustaría decir que mis padres no tenían razón, pero ahora sé que sí. Siempre me dijeron que no era buena idea que estuviera contigo, que algo veían en ti que no les terminaba de convencer, todos lo vieron menos yo. Les debo una disculpa.

Además de esta carta también te escribo una pequeña lista de las cosas que no me gustan sobre ti y sobre esto:

  • No me gusta que me trates como si fuera un estúpido.
  • No me gusta que creas que no me doy cuenta de tus “sutiles” coqueteos con otros.
  • No me gusta tener que sentirme culpable por tus traiciones o preguntarme que me falta para que seas tan desleal conmigo.
  • No me gusta tener que esperar a que cambies.
  • No me gusta aceptar que mis padres tenían razón al decirme que no eras buena para mí.

Tengo mis maletas en un nuevo departamento, el flete para recoger el sofá llega mañana a las 12:30 PM.

Ya no estoy aquí Alissa, me fui para no volver.

Quédate con tus ligues en Instagram y Messenger, tus excusas baratas de repente me convencieron cada vez menos. Paso de eso, feliz navidad.

PD: No me digas que vas a cambiar, no me busques. Desde la primera vez que me fallaste dijiste que cambiarías, ya pasaron tres años y no lo hiciste, me tardé en hacer esto.

Adiós.

Fotografía por Patricia Ruiz del Portal