“La belleza natural comunica su propio carácter”
El arte lleva a su perfección aquello que la naturaleza no ha acabado, por lo tanto, la belleza natural está muy por encima de la belleza artística. El placer de apreciar y percibir la esencia de la belleza reside en el goce de los sentidos. Lo cual implica el movimiento y sentimiento interior que tiene un matiz espiritual, por lo que, es la primera interiorización y espiritualización de la belleza.
Asimismo, existe una estética objetiva que permanece sensual comunicando a través de sensaciones su propio carácter, generando placer mediante el oído y la vista. Sin embargo, la belleza recae sobre el placer desnudo y sin restricciones, que puede ocasionar delirio y afán apasionado y que a su vez está ligado a la dialéctica del amor; creando un alma bella que se encuentra más cercana a una idea que a un cuerpo hermoso, pero que se manifiesta en la apariencia. Siendo así una revelación de las esencias por medio de la atracción.
Sin embargo, se creía que sólo había belleza en la simetría cuando los dos objetos simétricos son grandes. Pero, la belleza del cuerpo debe ejercer una influencia seductora. Debe poder concebirse por los sentidos, por lo tanto, la simetría no importa ya que la silueta de cada cuerpo transmite la belleza natural de cada persona, transmitiendo sensaciones por los poros del cuerpo que se abren a las emanaciones del ser amado y el alma siente como sus alas vuelven a crecer, se anima, se hace hermosa y ahora le toca al amado ser amante.
Fotografía por: Lui III
-C R E A T I V E P E R S O N-
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