Comenzó a llover, domingo por la tarde, no había muchas opciones para entretener a la mente, recostado cerré los ojos, mientras tu imagen llegó sin invitación, sin cruzar saludos ya me habías perforado el pensamiento, con aquella presencia de tu esencia a través de tus hermosos ojos lograste en la lejanía que de nuevo ese sentimiento cálido en mi fría piel emergiera.
Con cada gota que escuchaba recordaba cada sensación a tu lado, el olor de tu piel, la textura de tus labios, la magia que explotaba cuando nos abrazábamos, justamente en este tiempo, tiempo de lluvias.
Por eso en ocasiones cuando llueve no quiero cerrar los ojos, porque sé que inevitablemente comenzaré a extrañarte.
Fotografía por perezful