Soy Daniela, una platónica dedicada a la contemplación nacida en Ciudad de México en 1993; Siempre en compañía de mi pareidolia observo y transformo el mundo a mi antojo para alimentar mi creatividad, leer (y tomar) café turco, entender a mis plantas y comunicarme con mi gato. La intuición y la imaginación son mis preciadas compinches de experiencia.