En las horas extrañas de noches fugaces y días claros es cuando más te pienso, te me vienes a mi mente con una fuerza intempestiva, queriendo seducir cada milímetro de mi ser, te pareces a un atardecer que está en llamas, que el cielo no quiere dejar ir. Me gustaría llevarte al mar, a la montaña, a los lugares más recónditos del planeta, yo contigo lo quiero todo. Me sabes a poesía, a lluvia en el café y vino carmenere que se mezcla con la espuma efervescente de besos y caricias que siempre nos damos cada vez que nos cruzamos. Sos tan diferente a los demás, tu calma aliviana mi alma, esa sonrisa tuya despierta sensaciones escondidas, esos rayos de luz tan cálidos que emana tu esencia y que llegan hasta mí. Te pienso y siento que puedes escucharme.
Fotografía por Michel Nguie
Quizá encaje en el tercer lugar del alfabeto. Disfruto de un buen vino, de la lluvia empantanada, las tardes de otoño deshojadas, compañía o soledad para eso soy descomplicada, siempre he sabido inventar… ¿Luna? ¿Yo? Qué tal mucho gusto: – Musique – Café – Cálida – Cine – Poesía – Contraste.