Con las historias mal contadas,
con los mapas mal doblados
y las luces menos brillantes.
Pero quería conocerte,
probarte,
quitarme la venda que me cubría,
los prejuicios que me invadían.
El coqueteo inició,
finalmente te conocí.
Comencé a bailar tus cumbias
por las ruas congestionadas,
a probar tus sabores
en las esquinas más gastadas.
Me dejé hechizar
por el bullicio fuera del metro,
las luces mal colgadas,
los puestos mal puestos,
un raro pero hermoso caos.
Me abrazó,
me cobijó tu locura y rapidez,
una urgencia desenfrenada,
un desasosiego en el tiempo.
Pero aprendí a respirar,
a tomar reposo entre el caos,
a admirar tu desorden,
tu fragilidad,
a ser serenidad.

Escritor contemporáneo. Apasionado por las letras, escribe narrativas que exploran emociones profundas y buscan conectar con el lector.