¿En qué piezas o proyectos has estado trabajando últimamente?
Últimamente he estado trabajando en una serie de fotos de flores en formato macro. Me gusta sumergirme en los detalles más pequeños, esas texturas y formas que normalmente nadie nota, pero que, de cerca, se vuelven un lenguaje silencioso de la naturaleza. Me encanta observar lo que me rodea, salir a caminar y encontrar cosas inesperadas para fotografiar. Este proyecto, para mí, trata justo de eso: tomar lo cotidiano y convertirlo en algo poético.


¿Qué aprendiste (o desaprendiste) mientras trabajabas en ello?
Aprendí a estar más presente y a dejar que lo pequeño hable por sí mismo.

¿Qué palabras, ideas o emociones te rondaban la cabeza?
Palabras: fragilidad y transformación.
Emociones: calma y fascinación por lo inesperado.


¿Hubo alguna conversación, película, música o libro que se haya colado en ese trabajo?
Pensaba mucho en el trabajo de Georgia O’Keeffe y en cómo lograba transmitir fuerza y sensualidad a través de la naturaleza. Mientras fotografiaba, los sonidos del entorno me ayudaban a entrar en un estado más contemplativo y a conectar con cada detalle.

¿Qué fue lo más difícil que has enfrentado últimamente en tu proceso creativo?
Lo más difícil ha sido aprender a dejar espacio para lo inesperado, permitir que las imágenes surjan por sí mismas y aceptar que, aunque no sean exactamente lo que imaginaba, siguen siendo igual de valiosas.

¿Cuál es tu restaurante favorito y qué nos recomiendas pedir?
Me encanta el ambiente de Taverna, en la Ciudad de México. Les recomendaría, sin duda, pedir el pulpo a la brasa.
Si este mes tu vida fuera una película, ¿qué título tendría y quién haría el soundtrack?
Creo que la llamaría Instantes Suspendidos, con un soundtrack de Berlioz. Me parece que refleja muy bien la mezcla de calma, emociones y momentos inesperados que he vivido este mes.

Recomiéndanos uno o más artistas que sigas, que te inspiren, y dinos qué es lo que más te gusta de su trabajo o de su forma de trabajar.
Me gusta mucho Karl Blossfeldt, por cómo convierte los detalles botánicos en pequeñas esculturas visuales, y Jochen Lempert, por la sensibilidad con la que observa la naturaleza y captura lo cotidiano.

Su trabajo se centra en capturar la autenticidad y la belleza de los sujetos, mostrando su esencia más pura. A través de la cámara, trata de transformar lo cotidiano en imágenes únicas y emotivas.