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En ese abismo, mi sufrir
Y en un íntimo café, con la mirada triste, me acerco a tu alma. Llena de besos y de pasiones, me entrego a ti y al viento. Tómame, soy tuya. Sumerge tus penas, canaliza mis deseos, crea un abismo y en ese abismo, mi sufrir.
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Tenía ganas de escribirle
Quería decirle que aquí en casa todo estaba bien, que ya no lloraba tanto todos los días y que los domingos seguían siendo iguales, que aprendí a preparar café y mi comida dejó de estar enlatada.